CHARLES AZNAVOUR - DÉJATE
Es curioso, es divertido mirarte
aquí quieta, poniendo mala cara.
Me entran ganas de reír:
es el alcohol que me ha subido a la cabeza,
todo el alcohol que tomé esta noche
para encontrar el valor
y confesarte que estoy harto de ti;
de ti y de tus chismes,
de tu cuerpo que me deja indiferente
y sin esperanzas.
Estoy harto -debo decírtelo-:
me sacas de quicio, me tiranizas,
sufro tu mal carácter
sin atreverme a decir que exageras.
Sí, ¡exageras! ¡ahora ya lo he dicho!
A veces quisiera estrangularte
Dios mío... cómo has cambiado en cinco años:
te has dejado, te has dejado.
Anda, mírate: las medias se te caen,
y este batín mal abrochado,
y esos rulos... ¡qué pintas!
Me pregunto todos los días
cómo hiciste para gustarme,
cómo pude seducirte
y darte mi vida entera.
Así, te pareces a tu madre
-y tu madre no tiene nada que inspire amor,
puedes creerlo-.
Con mis amigos... ¡qué desastre!:
me contradices, me interrumpes,
con tu veneno y tu agresividad
podrías mover montañas.
¡Ah! Me tocó el gordo cuando te conocí...
¡Sería estupendo que te callaras un poco!
Pero no: 'Que si ésta esto, que si aquella lo otro...'
Te has dejado, te has dejado.
Eres agresiva, sátrapa:
no tienes corazón ni alma
y aún así pienso que, a pesar de todo, eres mi mujer.
Si quisieras hacer el esfuerzo
para que todo volviera a su lugar,
hacer un poco de deporte para adelgazar,
arreglarte frente al espejo...¡yo qué sé!
¡Sonríe un poco! ¡Maquíllate el corazón y el cuerpo!
Si en lugar de pensar que te detesto,
de huir de mí como de la peste,
probaras a mostrarte cariñosa
-haz el esfuerzo, inténtalo-
y volvieras a ser aquella chica
que me hizo tan feliz...
De vez en cuando, por lo que una vez fue...
Me gustaría tanto que te abrazaras fuerte a mí:
Déjate, déjate...
(Trad: Raúl Sánchez/ Rosario Dinamitera)