MARTHA - TOM WAITS
-Operadora:
Línea, por favor.
(Han pasado tantos años
¿reconocerá mi voz cascada
mientras contengo las lágrimas?)
-Hola, ¿eres Martha?
Soy el viejo Tom Frost:
llamo desde lejos,
no te preocupes por la tarifa
porque hace cuarenta años o más,
Martha, trata de acordarte por favor.
Quedemos a tomar un café
y hablaremos de todo.
Fueron días de rosas,
poesía y prosa.
Martha: tú eras lo único que tenía
y yo lo único que tenías.
No existía el mañana:
habíamos almacenado nuestras penas
y las guardábamos para un día lluvioso.
Me siento mucho más viejo ahora,
tú también eres más mayor.
¿Cómo está tu marido?
¿Y los niños?
¿Sabes que yo también me casé?
Qué suerte que encontraras alguien
que te hiciera sentir segura,
porque eramos tan jóvenes y alocados:
ahora hemos madurado
y
aquellos fueron días de rosas,
verso y prosa.
Martha: yo sólo te tenía a ti
y tú sólo me tenías a mí.
No había mañana:
habíamos guardado las penas
y las reservábamos para un día lluvioso.
Era siempre tan impulsivo:
supongo que todavía lo soy.
Y todo lo que realmente importaba entonces
es que era un hombre.
Tal vez permanecer juntos
no era nuestro destino
y Martha, Martha:
Te quiero ¿no lo ves?
Eran días de rosas,
lírica y prosa.
Martha: sólo te tenía a ti
y tú sólo me tenías a mí.
El mañana no existía:
habíamos guardado nuestras penas
y las reservábamos para un día de lluvia.
Recuerdo anocheceres tranquilos
temblando a tu lado.
(Trad: Raúl Sánchez).