Mostrando entradas con la etiqueta David Bowie. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta David Bowie. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de marzo de 2012

CINCO AÑOS - DAVID BOWIE


CINCO AÑOS - DAVID BOWIE

A empujones por la plaza del mercado,
tantas madres gimoteando.
Las noticias acababan de llegar:
nos quedaban cinco años para echarnos a llorar.

Al chico de las noticias se le saltaban las lágrimas y nos informó
de que la tierra estaba muriendo sin lugar a dudas:
el llanto era tal que le empapaba la cara
y me dejó claro que no mentía.

Escuché teléfonos, salones de ópera, melodías preferidas.
Vi chavales, juguetes, planchas y televisores.
Sentí una presión en el cerebro como si fuera un almacén
sin un hueco libre:
tenía tantas cosas que amontonar ahí para conservarlo todo.

Y a los gordos y a los esmirriados,
y los altos y los pequeños,
y los don nadie y los que han llegado a ser alguien:
jamás pensé que iba a necesitar a tanta gente.

A una chica de mi edad se le fue la pinza:
la emprendió a golpes con unos críos.
-si el negro no se hubiera metido a pararla
creo que hubiera acabado matándolos-.

Un soldado con el brazo roto
se quedó con la vista fija en las ruedas de un Cadillac.
Un policía se arrodilló y besó los pies de un cura
y un marica potó ante semejante escena.

Me pareció verte en una heladería
tomando enormes batidos fresquitos:
sonriendo y saludando con la mano y tan mona
que no creo que supieras que formabas parte de esta canción.

Y hacía frío y llovía:
me sentí como un actor.
Y pensé en mamá
y quise regresar allí:
tu rostro, tu raza, tu forma de hablar.
te doy un beso -eres preciosa-: quiero que andes.

Nos quedan cinco años:
clavados en la mirada.
Cinco años:
vaya sorpresa.
Nos quedan cinco años:
me va a estallar la cabeza.
Cinco años:
lo único que nos queda.

Nos dan cinco años:
qué sorpresa.
Cinco años
que llevo clavados en la mirada.
Nos quedan cinco años:
me va a estallar la cabeza.
Cinco años:
no hay más.

Sólo cinco años:
fijos en la mirada.
Cinco años:
menuda sorpresa.
Nos quedan cinco años:
me va a estallar el cerebro.
Cinco años
ni uno más.

Nos han dado cinco años
¿cómo te quedas?
Nos quedan cinco años:
clavados en la mirada.
Nos quedan cinco años:
me va a reventar la cabeza.
Cinco años 
y ya.

¡Cinco años!
¡Cinco años!
¡Cinco años!
¡Cinco años!

(Trad: Raúl Sánchez)