PORQUE - RODRIGUEZ
Porque perdí el trabajo
dos semanas antes de Navidad
y hablé con Jesús en la alcantarilla
y el Papa dijo que no era de su puta incumbencia
mientas la lluvia bebía champán,
mi arcángel estonio
llegó y me embriagó:
porque el beso más dulce que jamás recibí
es aquel que no he llegado a probar nunca
(pero le quitan
la paga extra
a Molly McDonald,
dama de neón:
belleza es aquello que se doblega,
se compre o se tome en préstamo).
Porque mi corazón se ha convertido en un hotel indecente
al completo de rumores,
pero soy yo el que corre con la cuenta
de esos versos sueltos cuyo rostro es señalado
y establezco dieciséis sólidas amistades de media hora
cada tarde
porque tu reina de corazones -que es medio de piedra y a la que le gusta reírse sola-
siempre está amenazándote con marcharse
(pero se dejan el dinero jugando en Willy Thompson
y entregan una medalla para que ocupe el lugar del hijo de la señora Annie Thompson).
Porque me dijeron que todos tenían que saldar sus deudas
y les expliqué que había pagado con creces,
me dirigí tan fuera de plazo al economato
y el dependiente que había me dijo que acababan de entrarles
por lo que zarpé en una lágrima y huí
por el travesaño de la puerta
porque el aroma de su perfume
todavía resuena en mi cabeza.
Porque he visto a mi gente tratando de ahogar al sol
en fines de semana de whiskys echados a perder.
Porque ¿cuántas veces puedes despertarte dentro de este tebeo
y plantar flores?
(Trad: Raúl Sánchez).