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sábado, 11 de mayo de 2013

ACRÓBATA - U2



ACRÓBATA - U2

No te creas lo que oigas.
No te creas lo que veas.
Con sólo cerrar los ojos
podrás notar al enemigo.

Cuando te conocí
había fuego en el alma
¿Que le ha pasado a tu cara
de nieve derrettida?

Y puedes tragar
o puedes escupir,
puedes vomitarlo
o ahogarte con eso.
Y puedes soñar,
así que sueña en voz alta:
sabes que tu tiempo a llegado,
no dejes que los cabrones te hagan polvo.

No: nada tiene sentido.
Parece que nada encaja.
Sé que saldrías de golpe
a nada que subieras a quien propinárselo.
Y me uniría al movimiento
si existiera alguien
en quien pudiera creer.
Sí: repartiría el pan y el vino
si hubiera una iglesia
donde pudiera acogeros

porque lo necesito ahora
(tomar una copa,
llenarla,
beberla pausadamente).
No puedo dejarte marchar.

Y debo ser un acróbata
para hablar así
y actuar de esta otra forma.
Y puedes soñar,
así que sueña en voz alta
y no dejes que los cabrones te pulvericen.

Duele, cariño.

(¿Qué vamos a hacer ahora que ya se ha dicho todo,
que no quedan nuevas ideas en el hogar y se han leído todos los libros?)

Y tengo que ser un acróbata 
para decir esto
y hacer lo otro.
Y puedes soñar,
así que sueña en voz alta.
Y puedes encontrar 
tu camino de salida.
Y puedes construir.
Y puedo alcanzar.
Y puedes llamar.
No puedo esperar hasta que
te puedas esconder.
Y puedes hacer un alto:
En los sueños tienen su origen
las responsabilidades.

Y puedo amar.
Y puedo amar.
Y sé que la marea acecha
así que no dejes que te desintegren los cabrones.

(Trad: Raúl Sánchez).

viernes, 22 de junio de 2012

TAN CRUEL - U2


TAN CRUEL - U2

Cruzamos el límite:
¿Quién empujó a quién?
A ti te da igual:
¿Y a mí?

Nos soltamos quedando a la deriva
pero todavía a flote.
Aguanto únicamente
para ver cómo te hundes,
mi amor.

Yo desaparecí contigo
y tú desapareciste de mí.
Te ofrecí todo lo que siempre quisiste
¿no era eso lo que querías?

De los hombres que te quieren odias a la mayoría:
te traspasan como un fantasma.
Van en tu busca pero tu alma
se pierde por el aire:
no estás en ningún sitio.

Amor:
dices que en el amor no existen las reglas.
Amor.
Cariño:
eres tan cruel.

El desaliento es una trampa seductora
en la que caes siempre:
colocas tus labios sobre los de ella
para frenar la mentira.

Su piel es pálida
como la paloma única de Dios.
Grita como ángel pidiendo tu amor
-luego te hace que la mires desde arriba
y la necesitas como una droga-.

Amor:
proclamas que en el amor no sirven las reglas.
Amor.
Cariño:
Qué cruel eres.

Se pone mi amor como un vestido transparente:
sus labios dicen una cosa,
sus movimientos algo más.
Ay, amor, como una flor radiante.
Amor, marchitándose a cada momento.

Ignoras si se trata de miedo o de deseo:
el riesgo de la droga que te coloca
(la cabeza en los cielos,
los dedos en el fango).

Su corazón va a la carrera,
no consigues seguirle el ritmo.
La noche sangra como un tajo.
Atrapados entre los caballos del amor y la lujuria
nos pisotean
sus cascos.

Ay, amor:
afirmas que en el amor no hay reglas que valgan.
Cariño:
eres tan cruel.

Ay, amor:
quedarse contigo sería de locos.
Querida:
Qué cruel eres.

(Trad: Raúl Sánchez)

martes, 12 de junio de 2012

UNO - U2


UNO - U2

¿Va mejorando?
¿O aún te sientes igual?
¿Te resulta más fácil ahora
que tienes a quién culpar?

Proclamas:
Un amor.

Una vida
cuando aprieta una necesidad
por la noche.


Un amor.
Debemos compartirlo.
Te abandona, cariño,
si no cuidas de él.

¿Te decepcioné
o te dejé mal sabor de boca?
Actúas como si nunca hubieras albergado amor
y pretendes que yo me maneje sin él.

Bueno, es ya demasiado tarde
esta noche
como para sacar a relucir el pasado:
somos uno
pero no los mismos.
Cargamos el uno con el otro.

¿Has llegado hasta aquí buscando la absolución?
¿Has venido a resucitar a los muertos?
¿Apareces para hacer de Jesús
con los leprosos de tu cabeza?

¿Exigí demasiado?
¿Más que demasiado?
No me ofreciste nada
y ahora eso es lo único que me queda.
Somos uno
pero no somos igual.
Nos hacemos daño
y luego nos lo volvemos a hacer.

Proclamas: El amor es un santuario.

El amor es la Ley Suprema.
El amor es un santuario.
El amor es la Ley Suprema.

Me pides que pase
pero al instante me obligas a arrastrarme
y ya no puedo seguir aferrado
a lo que tienes
cuando no es más que dolor.

Un amor.
Una sangre.
Una vida
que tienes para hacer lo conveniente.

Una vida
junto al otro
-hermanos, hermanas-.

Una vida
pero no somos lo mismo:
hemos llegado al punto de cargar con el otro.
Cargar con el otro.

Uno.

(Trad: Raúl Sánchez)