miércoles, 29 de mayo de 2013

MARTIN EDEN - POLAR


MARTIN EDEN - POLAR

¿Fue en cuestión de días?
Dime, en caso de que no, si crees que fue a más con los años.
Si me querías ¿a qué viene ahora este puto odio?

El amor llega en este momento para quedarse:
me siento como Martin Eden en busca de su destino.
Y me pregunto si merecías mi amorosa plegaria.

Me siento mejor que nunca:
noto la empatía en mi interior
y sé que te va ser difícil darte cuenta.

El amor llega ahora para quedarse:
me siento como Martin Eden buscando su sino.
Y ni siquiera estaba dispuesto a escribir esta canción.

(Trad: Raúl Sánchez).

2 comentarios:

  1. POLAR - MARTIN EDEN

    Was it a matter of days
    Or tell me if you think it grew over the years
    If you wanted me why now this fucking hate?

    Love is coming now to stay
    I feel like Martin Eden looking for his fate
    And I wonder you were worth my tender prayer

    I feel the best I ever did
    I've realised the sense of care inside of me
    And I know it will be hard for you to see

    Love is coming now to stay
    I feel like Martin Eden looking for his fate
    And I didn't even want to write this song.

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  2. De los dos años que pasé en la fábrica de pienso cargando sacos para amontonarlos en palés e introducirlos en las furgonetas de los socios de la cooperativa -a razón de quince a veintemil kilos diarios distribuidos en sacos de veinticinco o cuarenta- sólo recuerdo, entre mis lecturas, 'Moby Dick' -quizá la que más me ha impresionado en toda mi vida: digo esto para que, quien no la haya probado, disfrute de una vez de la deliciosa sopa de ajo que se está perdiendo- y mi temporada 'Jack London'.

    Con la lectura de 'El talón de hierro' fue lo más cerca que estuve jamás del radicalismo político de izquierdas (desde esa época, en mi interior -el exterior es siempre moderado y afable-, sólo tolero que me hable del marxismo o sus cercanías un verdadero obrero ), 'John Barleycorn' me enganchó de tal manera que, tras un par de inocentes noches en que se me fue la mano -nada en absoluto grave ni extraordinario- sentí que estaba predestinado a acabar como el beodo protagonista; y qué decir de 'La gente del abismo': cuántas veces no he soñado en vivir al raso, en ingresar en la cárcel sin hacer daño a nadie ni ser culpable de nada (los remordimientos me matarían), sólo para poder escribir sobre la miseria de primera mano (poco tiempo después el visionado de 'Los viajes de Sullivan' me quitaría la tontería de la cabeza, pero eso es otra historia).

    Pasaron seis años en los que no escribí una sola línea. Hace poco, en referencia a esa época, me salió este brevísimo relato:
    https://www.facebook.com/notes/raúl-sánchez/cualquiera-tiempo-pasado/214592525239566.

    Al final volví: de pleno en lo que más me ha costado escribir en mi vida (un relato inacabado -https://www.facebook.com/notes/raúl-s%C3%A1nchez/renuncia-completo-parte-1/193874177311401, https://www.facebook.com/notes/raúl-sánchez/renuncia-completo-parte-2/193877893977696, https://www.facebook.com/notes/raúl-sánchez/renuncia-completo-y-parte-3/193878237310995- que desembocó en una depresión de caballo y terminó con la promesa de, esta vez sí, dejar para siempre de hacerme daño con la escritura).

    Casi, casi lo he conseguido: sin venir a cuento volví de nuevo a la poesía y, mira por dónde, soy mucho más capaz de tomar distancia en verso que en prosa. Si mi literatura no gana con ello, mi salud mental sí (y todavía no tengo tan mermada la última como para considerarla menos importante que la primera).

    Pero, volviendo con London, fue la lectura de 'Martin Eden' la que acabó de sumirme en el pozo al que caí cuando decidí abandonar mi relato 'Renuncia': ahí podíais verme, pegado como un loco a sus páginas finales, sentado en un banco, dando vueltas por las calles, sabiendo que si London hubiera parafraseado a Flaubert con un 'Martin Eden soy yo', pese a lo autobiográfico de su personaje, no hubiera tenido más remedio que espetarle 'Y una polla vas a ser tú Martin Eden: Martin Eden soy yo'.

    Me gustaba la idea de convertirme en escritor, no frustrado -lo que quizá siga siendo- si no renegado: sin obra porque no me da la gana.

    A London no lo he releído (lo tengo demasiado pegado a una época concreta como para traicionar su recuerdo con un reencuentro en tiempo inapropiado), pero hoy Karmelo me ha traído a la memoria este novelón contando algo parecido.

    Quién sabe: igual que afirma que le une ya la perilla con Baroja y le basta, a mí me sobra compartir esto -quizá inverso: yo dejé de escribir por culpa de la novela, pero sin duda me reencontró conmigo mismo como escriba- con él para confiar en que algún día llegue al nivel de sus 'Versos que el viento arrastra' o al de sus poemas más cálidos y emotivos.

    Lo que sí que no me canso nunca de repetir es la escucha de la obra maestra de los añoradísimos Polar, con ese fluido de guitarras cruzadas entre Jesús de Santos y Miguel Matallín que acaba concretándose en lo que probablemente sea el mejor sólo de guitarra del pop español.

    Disfrútenlo.

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